domingo, 5 de junio de 2011

El lenguaje

Qué es más importante, hablar muchas lenguas o entender el lenguaje universal? 
Conozco gente que habla muchas lenguas, muchos idiomas diferentes...que es capaz de expresarse tan correctamente en la lengua de Shakespeare como en la de Cervantes, que para ella (la gente) la lengua de Wagner o Dante Alghieri no tiene ningún misterio, incluso, esa gente, se atreve con lenguas lejanas de sonidos cortos como las que hablan Confucio o Murakami... 
Pero, las miro y si, observo que hablan muchas lenguas, que pueden expresar sus opiniones y ser entendidos sin ningún problema en diferentes partes del mundo, pero...a veces hay un pero, pues su lenguaje está vacío, ausente de cualquier tipo de emoción.
Y es entonces, cuando me pregunto, qué es el lenguaje sin emoción?
Para mi, existe una lengua única o quizás, muchas lenguas universales, que se rigen por los códigos del corazón. Cada ser humano, indiferentemente de su nacionalidad, de su capacidad o discapacidad, habla un lengua propia, única e indiferente, una lengua que no es necesario aprender en los libros, ya que simplemente, habla desde el corazón. 
La emoción en el lenguaje es el tacto de la palabra, la voz de los sonidos, la mirada de la frase, el olor del discurso y como no, la acústica del corazón.
Cuando conoces ese idioma y te encuentras con gente que lo comparte contigo, no son necesarias las palabras, simplemente una mirada, un sonido, un instante, una sonrisa,..., te une a ellas.
Anoche, estuve con dos personas maravillosas, que entienden el lenguaje universal y lo hablan, y disfrutamos del lenguaje, propiamente dicho, de la lengua que tenemos en común, con la que día a día nos expresamos en nuestra vida, pero, también disfrutamos, de aquello que a mi me gusta llamar: el lenguaje universal.



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