¿Que tal va la vuelta al cole? Bueno, mejor dicho, ¿como han ido las vacaciones? No se si lo sabréis, pero, cada septiembre empieza para mi un nuevo año, lleno de nuevos propósitos...y como imaginareis, a medida que transcurre...se pierden por el camino...jejeje.
Bueno, pues uno de esos propósitos es el de cada semana realizar una nueva receta culinaria...retomando una de mis propuestas del año pasado. Además, me han regalado un montón de libros nuevos de cocina, evidentemente todos de postres y de diferentes países del mundooooo. Así que estoy como una niña chica!!
Pero para este post, no voy a echar mano de ellos, sino que os voy a traer una receta de esas que pasan del boca a boca, por la tradición oral y que llegan a tus manos a través de los lazos de la amistad.
Antes de acabar el curso escolar, que es el que guía mis días, hice una comida en casa a la cual vino una muy buena amiga y como no trajo un delicioso postre, que es el que hoy os voy a presentar.
Mar, como le gusta que le llamen, fue a un día a comer a casa de su hermana y ésta la sorprendió con un sencillo y delicioso postre. Su hermana a su vez, había ido a cenar a casa de unos amigos y allí, su amiga, como buena anfitriona les deleitó con el postre. A la amiga de su hermana, en otro encuentro, le sorprendieron con él...y así, el dulce postre ha ido viajando a través de la amistad.
Me he tomado la licencia de titularlo como sorbete de limón, pero como veréis, está hecho de yogur, así que de sorbete...no se si tiene mucho, pero os aseguro que es muy , pero que muy refrescante.
Mar, lo trajo en unos potecitos de yogurtera y aluciné sola. Y como ya sabéis, que me gusta tunear las cosas, para darles un toque más personal y más dulce, porque en el fondo, me gusta lo empalagoso...me he tomado la licencia de añadirle unas galletas. Así que ahí os dejo la receta.
"Sorbete de Limón"
- 5 yogures naturales
- 1 lata de 740g de leche condensada
- 4 limones grande
- 6 galletas digestive
- un poco de mantequilla
Como veréis, la elaboración es sencillisima y el resultado estupendo!! Lo primero de todo tomamos un bol en el cual vertemos los 5 yogures. Removemos o bien con la ayuda de la espátula o con la de las varillas. Yo utilicé las varillas, para dar más cremosidad y consistencia a la masa.
Posteriormente, añadimos la leche condensada y removemos de nuevo. Veremos, como la pasta se va haciendo más cremosa.
Paralelamente, exprimiremos el zumo de los limones y lo verteremos a la masa cremosa. Al mezclarlo nos dará la sensación de que la masa se corta, pero no os preocupéis, se liga y la hace más clarita.
En este paso, es cuando debéis probar si os gusta el sabor, es decir, si la queréis con más o menos gusto de limón, porque de ello dependerá que utilicéis el zumo de 4 o más limones.
Una vez hecho esto, pasaremos a preparar los moldes donde presentar el postre. Yo he utilizado unos vasitos cortos, esos en los que te sirven el chacolí en los vascos. En el fondo he puesto el preparado de la galleta. Y luego, los he rellenado con la masa del sorbete.
Para el preparado de la galleta, lo que he hecho ha sido triturar las galletas, vamos desmenuzarlas, para que queden en polvo. Posteriormente, en una paella he desecho la mantequilla y he añadido la galleta desmenuzada, formando una pasta homogénea, que cuando ha enfriado un poquito, he colocado bien apretadita en el fondo de los vasos. Después, los he acabado de rellenar con la masa y ya están listos para ponerlos a refrigerar en la nevera.
Como veis se trata de una receta facilísima y de un postre súper resultón. Evidentemente puede modificarse, y en lugar de utilizar yogures naturales, para bajar las calorías, después de los excesos del verano, podéis utilizar yogures light y también la leche condensada light, que la venden. Pero, si lo que buscáis es una bomba nuclear con una alta densidad, os recomiendo usar el yogur griego, que es mucho más denso y contundente.
Evidentemente, a la hora de servirlo, podéis utilizar otros envases. Yo finalmente, lo decoré con un poquito de chocolate líquido por encima, dibujando unos corazoncitos...pero, la verdad, es que personalmente, me gusta sin el gusto del chocolate, para poder sentir más la acidez del limón.
Se me olvidaba explicaros, que a medida que se enfría, cambia su densidad y la verdad, es que cuando te lo tomas es muy delicado al paladar, realmente, la mezcla de la acidez con el dulce de la leche condensada es muy peculiar, queda una textura súper mórbida.
Creo que es un postre ideal, para una comida o cena algo fuerte, de esas en las que te queda poco hueco para tan esperado dulce final y así de paso, al llevar el limón te ayuda con la digestión. Pero entonces, os recomiendo que no pongáis las galletas, porque lo hace más contundente y empalagoso.
Ya me diréis que os parece y si se os ocurre alguna variación.
- 6 galletas digestive
- un poco de mantequilla
Como veréis, la elaboración es sencillisima y el resultado estupendo!! Lo primero de todo tomamos un bol en el cual vertemos los 5 yogures. Removemos o bien con la ayuda de la espátula o con la de las varillas. Yo utilicé las varillas, para dar más cremosidad y consistencia a la masa.
Posteriormente, añadimos la leche condensada y removemos de nuevo. Veremos, como la pasta se va haciendo más cremosa.
Paralelamente, exprimiremos el zumo de los limones y lo verteremos a la masa cremosa. Al mezclarlo nos dará la sensación de que la masa se corta, pero no os preocupéis, se liga y la hace más clarita.
En este paso, es cuando debéis probar si os gusta el sabor, es decir, si la queréis con más o menos gusto de limón, porque de ello dependerá que utilicéis el zumo de 4 o más limones.
Una vez hecho esto, pasaremos a preparar los moldes donde presentar el postre. Yo he utilizado unos vasitos cortos, esos en los que te sirven el chacolí en los vascos. En el fondo he puesto el preparado de la galleta. Y luego, los he rellenado con la masa del sorbete.
Para el preparado de la galleta, lo que he hecho ha sido triturar las galletas, vamos desmenuzarlas, para que queden en polvo. Posteriormente, en una paella he desecho la mantequilla y he añadido la galleta desmenuzada, formando una pasta homogénea, que cuando ha enfriado un poquito, he colocado bien apretadita en el fondo de los vasos. Después, los he acabado de rellenar con la masa y ya están listos para ponerlos a refrigerar en la nevera.
Como veis se trata de una receta facilísima y de un postre súper resultón. Evidentemente puede modificarse, y en lugar de utilizar yogures naturales, para bajar las calorías, después de los excesos del verano, podéis utilizar yogures light y también la leche condensada light, que la venden. Pero, si lo que buscáis es una bomba nuclear con una alta densidad, os recomiendo usar el yogur griego, que es mucho más denso y contundente.
Evidentemente, a la hora de servirlo, podéis utilizar otros envases. Yo finalmente, lo decoré con un poquito de chocolate líquido por encima, dibujando unos corazoncitos...pero, la verdad, es que personalmente, me gusta sin el gusto del chocolate, para poder sentir más la acidez del limón.
Se me olvidaba explicaros, que a medida que se enfría, cambia su densidad y la verdad, es que cuando te lo tomas es muy delicado al paladar, realmente, la mezcla de la acidez con el dulce de la leche condensada es muy peculiar, queda una textura súper mórbida.
Creo que es un postre ideal, para una comida o cena algo fuerte, de esas en las que te queda poco hueco para tan esperado dulce final y así de paso, al llevar el limón te ayuda con la digestión. Pero entonces, os recomiendo que no pongáis las galletas, porque lo hace más contundente y empalagoso.
Ya me diréis que os parece y si se os ocurre alguna variación.
Me encanta, Ana, rico y refrescante! Una receta que lleva toda la amistad y el amor de las personas que lo han ido transmitiendo de uno a otro, así és la cocina!!!! así es la vida!!!!
ResponderEliminarBesitos, guapa!
pues si...y esas son las mejores recetas!! ;) Besotes guapa
Eliminartengo que intentar hacer esto porque tiene muy buena pinta ; 9
ResponderEliminarya verás es facile e divertente...y lo mejor de todo que está delicioso.
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