Hace unos días me pasaron la dirección de un blog de repostería muy interesante, "el rincón de bea". Me entretuve a mirar algunas de las delicias que presenta y me decanté por el "cinamon leaf", un delicioso y esponjoso pastel de canela.
Es curioso como normalmente nos decantamos por unos gustos y sabores. A medida que crecemos, nuestros gustos cambian con nosotros, pero siempre nos cuesta innovar un sabor nuevo. No osamos romper la armonía de nuestro paladar. Para que probar algo diferente? Pues muy simple, para ampliar fronteras! Si no lo probamos no sabremos si nos gusta o no.
Curiosamente, la cocina ofrece un amplio abanico de sabores y gustos. En función de su origen utiliza unos ingredientes que a veces, nos resulta difícil de encontrar en nuestros supermercados. Pero ahí surge la creatividad. Si no tenemos una especia, pongámosle otra...quien sabe, quizás no sea el sabor que buscábamos pero seguramente encontraremos otro que nos sorprenderá.
De pequeña encontraba el gusto de la canela demasiado fuerte, prefería sin duda alguna la vainilla, mucho más dulce y aromática. En cambio, con el paso de los años, la canela en pequeñas dosis me fue cautivando poco a poco. Ahora, me atrevo a utilizarla incluso, como alternativa a la vainilla y descubro posibilidades que contrastan en mil sabores en mi paladar.
Os dejo con la posterior sesión fotográfica. Donde, la abstracción de la imagen pretende crear una explosión visual semejante a la de la canela en el paladar.
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