Hoy estamos de estreno, con una nueva sección dedicada a otra de mis grandes pasiones: viajar. La idea es de ir presentando mis rincones favoritos de los diferentes lugares donde he estado. Trataré de transportaros hasta allí a través de algunas de las imágenes que me traje conmigo.
Bueno, dejémonos de cháchara y empecemos a poner toda la carne en el asador, con una de mis ciudades favoritas: Roma.
Roma es y será por siempre la Ciudad Eterna, pues en ella se respira la gran magnificencia de antaño. Conocida como la ciudad de los papas, está llena de pequeñas obras de arte, pues cada una de sus más de 400 iglesias, lo es.
De alguna manera, la historia de Roma nos guste más o menos, se encuentra ligada al Papado, así, que empecemos con una de las vistas más increíbles de las que podréis disfrutar estando allí. Sin duda alguna, la plaza de San Pedro, proyectada por el fantástico Bernini a finales del siglo XVII, impone nada más verla. Cuando llegas a ella, entrando por la Via della Conziliacione, te sientes super pequeñita. Es una circunferencia perfecta, con un montón de columnas dóricas y a su vez custodiada por las estatuas de más de 140 santos. La mayoría de los turistas, se conforma con esa primera visión a ras de suelo, donde el Vaticano se alza como una gran obra de arte. Pero, el turista más osado, busca algo más, busca rozar la eternidad de la ciudad. Para ello, solo existe una forma: tomar el ascensor que lleva a lo alto de la Cúpula. Desde allí, se respira Roma, a parte de poder disfrutar de cerca los intrínsecos arquitectónicos de la Cúpula, que son espectaculares. Evidentemente, si vais en verano, esperar hasta la caída del sol y no os dejéis achantar por las colas...pues la visión de la ciudad vale la pena.
Y ya que estamos en el Vaticano, sigamos el camino por la Via della Conziliacione, hasta el Castillo de Sant Angelo. No se si lo sabréis, pero ese camino que podemos tranquilamente recorrer a pie, desde el 1277 cuando ha habido un momento de peligro, algunos Papas lo han recorrido a través del interior de la tierra, pues existe un pasaje secreto que lo une al Vaticano. Visitarlo vale la pena, sobretodo en verano, pues en la azotea montan una terracita con tumbonas y un pequeño bar para tomar un refresco. Además, el Ángel Custodio que se encuentra en su cima, es muy imponente cuando lo ves de cerca.
A mi, personalmente, me gustan las vistas que puedes conseguir desde las ventanas en su ascenso tanto del gran puente que lo une a la otra orilla del Tiber, como de la Cúpula del Vaticano, que has dejado atrás.
Si bajamos nuevamente de las alturas de la azotea, iremos a parar de frente a ese "fiume" como dicen ellos que atraviesa toda la ciudad. Durante mis viajes he descubierto que me encantan las ciudades atravesadas por un río. A lo largo del Tevere, hay un paseo maravilloso que es totalmente recomendable de hacer, desde el Castello de Sant'Angelo hasta la Isola Tiberina, por cada uno de sus lados. Conocido como el Lungotevere, en cada una de sus orillas hay increíbles barrios para descubrir. En uno de ellos, está el ghetto judio, lleno de pequeñas callejuelas donde la luz del atardecer nos evidencia en sus muros inscripciones en hebreo. Es un pequeño remanso de paz atrapado en el tiempo, donde las tradiciones judías son muy evidentes en sus puestos y restaurantes. Realmente, vale la pena escaparse hasta allí para comer o cenar y degustar la cocina italiana desde la tradición judía. Pero, sobretodo, hay que dejar un huequecito para los postres, que son muy pero que muy dulces.
Y ya que estamos hablando de barrios, os voy a mostrar mi barrio preferido. ¡Sí! He de confesar, que he visitado tantas veces esta ciudad, que hasta ya tengo un lugar en el que me siento como en casa. Situado entre el Colosseo y Santa Maria la Maggiore, se encuentra el tradicional barrio de Monti. En el podéis disfrutar de la vida autóctona de la ciudad. Es un barrio popular, con un ligero toque bohemio, con librerías, tiendas hand made, restaurantes....pero lo mejor de todo, es que en verano, cobra vida propia y en su plaza principal, en la Bottega del Caffè puedes disfrutar de un aperitivo en toda regla.
Si hay algo por lo que se conoce Italia, son por sus famosos apperitivi antes de cenar. Más o menos, a partir de las 7 de la tarde o incluso antes, si os acercáis a este restaurante, al pedir una copa de vino os ofrecerán gratis los aperitivos. Generalmente suelen ser tramezzini, mini pizzas, mini focaccia...vamos, un pequeño tentempié para ir abriendo el apetito. Por la noche también sirven unos cockteles deliciosos, mi favorito: la capiroska alle fragole.
Creo que este barrio, bien situado, cerca del centro, te permite alcanzarlo a pie, si eres de los que te gusta caminar. Aunque hay que decir, que se encuentra bien comunicado por la linea de metro y autobús. Alojarse en él es más económico que hacerlo por el centro y con un ambiente tranquilo, muy diferente a la zona cercana a Termini que parece "territorio comanche".
Una recomendación, de un B&B familiar, chiquitito y limpio es el Monti Guest House, regentado por Eleonora. A pesar de estar situado en un edificio antiguo y disponer de pocas habitaciones de dimensiones pequeñas, tiene el encanto suficiente y sobretodo, la limpieza necesaria, para hacer de tu estancia, un recuerdo encantador. Lo mejor, esos desayunos que te suben a la habitación, con el cornetto di cioccolata.
A mi me encanta perderme por las calles empinadas de este barrio y descubrir sus edificios antiguos, sus graffitis en las paredes y sus particulares rincones.
Si hay algo por lo que se conoce Italia, son por sus famosos apperitivi antes de cenar. Más o menos, a partir de las 7 de la tarde o incluso antes, si os acercáis a este restaurante, al pedir una copa de vino os ofrecerán gratis los aperitivos. Generalmente suelen ser tramezzini, mini pizzas, mini focaccia...vamos, un pequeño tentempié para ir abriendo el apetito. Por la noche también sirven unos cockteles deliciosos, mi favorito: la capiroska alle fragole.
Creo que este barrio, bien situado, cerca del centro, te permite alcanzarlo a pie, si eres de los que te gusta caminar. Aunque hay que decir, que se encuentra bien comunicado por la linea de metro y autobús. Alojarse en él es más económico que hacerlo por el centro y con un ambiente tranquilo, muy diferente a la zona cercana a Termini que parece "territorio comanche".
Una recomendación, de un B&B familiar, chiquitito y limpio es el Monti Guest House, regentado por Eleonora. A pesar de estar situado en un edificio antiguo y disponer de pocas habitaciones de dimensiones pequeñas, tiene el encanto suficiente y sobretodo, la limpieza necesaria, para hacer de tu estancia, un recuerdo encantador. Lo mejor, esos desayunos que te suben a la habitación, con el cornetto di cioccolata.
A mi me encanta perderme por las calles empinadas de este barrio y descubrir sus edificios antiguos, sus graffitis en las paredes y sus particulares rincones.
Y ya que estamos callejeando por esta entrañable barriada, si nos alejamos por sus calles hacia el río, iremos a parar de frente a uno de mis rincones preferidos de esta ciudad. Creo que es el lugar desde el cual puedes sentir toda la eternidad a tus espaldas, sobretodo, si eres capaz de madrugar para ver un amanecer desde allí o bien, divertirte toda la noche y llegar en el momento preciso en el cual despunte el alba.
Así, que esperaremos a que llegue el alba y será entonces cuando os descubra tan precioso lugar.
Gracias Gloria! Me encanta que te encanteee! La verdad es que me está costando mucho hablar de una ciudad que para mí es muy importante...y transmitiros la magia que tiene, como allí me he sentido cada vez que he ido... Genial por tu nueva necesidad, no te preocupes por ella...pues si te apetece, voy contigo de guía y te la muestro. Besotes guapi
ResponderEliminarAaaaahhh Roma!!! Che passione! una de mis ciudades favoritas... Que te voy a contar si soy otra loca de Italia?? Me entran ganas de apagar el ordenador y salir pitando hacia el aeropuerto para subirme al primer avión que salga para allá. Un beso!
ResponderEliminarHe visitado varias veces Roma y, creo que nunca me cansaría de volver! Es un gusto viajar de nuevo a través de este post, a la ciudad eterna... Gracias por compartir estas preciosas imágenes y tus fantásticas experiencias
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